RevistaLaComarca.com

Esta entidad ha explicado en un comunicado que la mal llamada vitamina D, -en realidad es una hormona-, es una sustancia con importantes funciones en el organismo, ya que tiene un papel fundamental en la salud ósea, pero también a nivel inmunológico y metabólico.

Como señalan, la vitamina D tiene un proceso de síntesis que comienza en la piel, de donde se obtiene el 90% de la misma. En la piel se activa un precursor por acción de la radiación solar y posteriormente, el proceso se completa en hígado y riñón, obteniéndose la vitamina D activa.

Parte de la población presenta déficit de vitamina D

Estudios recientes han evidenciado un importante déficit poblacional de vitamina D, que afecta al 40% de la población general y supera el 80% en mayores de 65 años.

Siendo el sol el actor inicial y principal del proceso de síntesis de la vitamina D y siendo España un país considerado como soleado, los expertos apuntan varios factores que pueden influir en el efecto de la radiación solar sobre la piel, disminuyendo su efecto sobre la obtención de vitamina D.

Entre ellos destacan el tiempo de exposición solar, el uso de cremas protectoras, que disminuyen y llegan anular el efecto de la radiación solar sobre la piel, así como la cantidad de piel expuesta al sol y el color de la piel ya que las pieles más oscuras presentan más protección y por ello menor efecto de la radiación solar.

También influye la estación del año ya que en verano la radiación solar es más intensa y más efectiva a la hora de activar los precursores cutáneos de vitamina D, y la latitud ya que cuanto más alejados del ecuador (en España, cuanto más al norte), menos intensidad de radiación.

Además, las recomendaciones que los dermatólogos hacen para prevenir el cáncer de piel conllevan una disminución de la exposición solar, con el consiguiente detrimento a la hora de conseguir niveles efectivos de vitamina D.

A todo ello hay que añadir que con la edad disminuyen tanto la capacidad de síntesis cutánea como la absorción intestinal de vitamina D.

Alimentos y vitamina D

Sólo el 10% de la vitamina D proviene de fuentes dietéticas, siendo escasos los alimentos que la contienen en cantidades considerables.

Entre ellos, cabe destacar los pescados azules, los hongos y la yema de huevo.

También existe una gama de alimentos suplementados en vitamina D, fundamentalmente de la familia de los lácteos y cereales de desayuno.

Recomendaciones en verano

Teniendo en cuanta todo lo expuesto, el verano se plantea como una época favorable para obtener vitamina D, debido a que se incrementa el tiempo al aire libre expuestos al sol.

Sin embargo, esta exposición debe ser limitada y prudente, por lo que sería asumible una exposición al sol moderada, de unos 10-15 minutos al día y siempre en horas no-centrales.

En aquellas personas que, por indicación médica estén tomando suplementación farmacológica de vitamina D, la exposición solar puede ser una medida complementaria a dicha suplementación, pero en ningún caso sustitutiva.

Aunque durante el verano se reciba más radiación solar a nivel cutáneo, es altamente improbable que ésta sea suficiente como para superar una deficiencia que haya requerido tratamiento específico farmacológico, por lo que la recomendación es mantener los suplementos también los meses de verano. EFE