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Que dos comunidades autónomas pidan el mismo trato «deja en un muy mal lugar al Partido Popular de Asturias» y a su candidato a la Presidencia, Diego Canga, a quien ha recordado lo diferente que es un PP en el Gobierno a un PP en la oposición, como en Asturias.

Castilla y León criticó ayer que no hubiese invitada a la reunión que mantuvieron Barbón y el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, con la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, pese a considerar que el contrato de Cercanías que fue objeto del encuentro también afectaba al servicio que opera en Castilla y León.

El PP de Galicia también señaló que “Feve opera en el norte de las provincias de Lugo y A Coruña, no solo en Asturias y Cantabria, por lo que reclamó para esa comunidad el “mismo trato” que recibirán los usuarios de ambas regiones a causa del retraso en la fabricación de las nuevas máquinas.

«Todo el mundo reconoce que el acuerdo es bueno, salvo el candidato del PP impuesto por Madrid en Asturias», ha señalado el jefe del Ejecutivo asturiano, que ha incidido en que Castilla y León y Galicia no están vinculados al contrato que se ha visto retrasado y al que van vinculadas las compensaciones negociadas con el Ministerio.

Dicho contrato, que preveía la renovación de 31 locomotoras, fue firmado por un ministro del PP, Íñigo de la Serna, ha recordado hoy Barbón, que ha subrayado que las compensaciones de las que se van a beneficiar Asturias y Cantabria van unidas al retraso que ha provocado el error en las medidas de los trenes, que impedirían su paso por los túneles de la red de ancho métrico.

Barbón se ha mostrado convencido de que no habrá problemas de presupuesto para financiar la gratuidad de las Cercanías, que rondan los ocho millones de euros anuales en Asturias, ya que, incluso si se diese el caso de una prórroga presupuestaria, la gratuidad que actualmente está en vigor en todo el país también se mantendría.

En su opinión, no hay motivos para dudar de que el Gobierno vaya a cumplir su palabra, ya que hay un compromiso firmado «que va más allá de las personas» y que garantiza, al margen del ministro de turno, que quien esté al frente del Principado dentro unos años pueda exigir su cumplimiento.

Este acuerdo, ha añadido, va a permitir «dar pasos para el Metro asturiano», si bien ha vuelto a incidir en que el traspaso de las competencias ferroviarias no sería un bueno negocio para Asturias si antes no se acometen unas inversiones cifradas por el Gobierno entre 1.300 y 1.500 millones de euros.

En cuanto a la integración tarifaria de las Cercanías de Renfe y de la antigua Feve (ancho métrico), ha asegurado que se está negociando, un tema que lleva pendiente desde 2015 «porque la integración acometida por el PP fue una chapuza».

También se están buscando ya, ha añadido, perfiles para nombrar en las próximas semanas, y en todo caso antes de las elecciones de mayo, al comisionado que se encargará de la ejecución de los planes.

Su labor reforzará también el papel del nuevo secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raül Blanco, a quien Barbón ha dicho conocer «bien desde hace muchísimos años» y cuyo nombramiento espera que no afecte a las inversiones que hay programadas en la comunidad.

De su antecesora, Isabel Pardo de Vera, a quien había defendido antes de su dimisión como una de las principales valedoras del Principado, Barbón ha expresado su «reconocimiento porque ha estado a la altura con Asturias».

«Todo esto ha demostrado que soy un candidato libre frente a otros impuestos por Madrid. Los militantes del PP, a quienes no dejan elegir nada, deben de sentirse humillados», ha añadido, tras afirmar que él alza «la voz ante quien sea». EFE